Las 7 herridas de la infancia que arrastramos hasta la edad adulta

En el día de hoy te hablo de la heridas más comunes que se crean en nuestra infacia, y pueden llegar a complicarte tu vida adulta sino las sanas. A continuación te las explico.

PSICOLOGÍA - MENTALIDAD

Moné Serralvo

4/9/20252 min read

Las 7 heridas de la infancia son experiencias emocionales dolorosas que vivimos en nuestros primeros años y que pueden afectar nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás en la edad adulta.

Estas heridas suelen originarse en la relación con nuestros padres o cuidadores y se convierten en patrones que influyen en nuestra autoestima, emociones y comportamientos.

A continuación, te las explico de manera sencilla:

1. Herida de Abandono

Ocurre cuando un niño se siente solo o desprotegido, ya sea porque sus padres estaban físicamente ausentes o emocionalmente distantes.

Como adultos, podemos desarrollar miedo a la soledad, dependencia emocional y la necesidad constante de validación de los demás.

2. Herida de Rechazo

Se genera cuando un niño siente que no es aceptado por sus padres o por su entorno.

Puede ser porque lo criticaron, lo compararon o invalidaron sus emociones.

En la adultez, puede llevar a una baja autoestima, miedo al fracaso y dificultad para confiar en los demás.

3. Herida de Humillación

Sucede cuando un niño se siente avergonzado o ridiculizado por sus acciones o emociones.

Puede ser por recibir burlas, castigos humillantes o ser tratado como incapaz.

De mayor, esto puede generar inseguridad, miedo a expresarse y la tendencia a complacer a los demás para evitar críticas.

4. Herida de Traición

Se produce cuando un niño siente que su confianza ha sido rota, por ejemplo, cuando un adulto no cumple sus promesas o lo engaña.

Esto puede hacer que en la etapa de adultos seamos controladores, desconfiados o con miedo a la traición en las relaciones.

5. Herida de Injusticia

Aparece cuando un niño crece en un ambiente donde se siente tratado con dureza, rigidez o falta de equidad.

Como adultos, podemos volvernos perfeccionistas, exigentes con nosotros mismos y con los demás, buscando constantemente reconocimiento.

6. Herida de Abuso o Maltrato

Esta herida se genera en la infancia cuando hay violencia física, verbal o emocional.

Puede hacer que en la adultez normalicemos relaciones tóxicas, tengamos dificultad para poner límites o sintamos culpa al querer protegernos.

7. Herida de Desvalorización

Ocurre cuando un niño siente que no es importante o que sus logros y esfuerzos no son reconocidos.

Puede llegar en la etapa adulta a la sensación de que nunca somos suficientes, miedo al éxito o la necesidad de demostrar constantemente nuestro valor.

¿Cómo sanar estas heridas?

Reconocerlas es el primer paso.

Sanarlas implica trabajar en el amor propio, aprender a poner límites, validar nuestras emociones y, en algunos casos, acudir a terapia para comprender cómo estas heridas nos afectan y liberarnos de ellas.

¿Te identificas con alguna de estas heridas?

Cualquier cuestión no dudes en contactar conmigo.

Te deseo salud y abundancia.💚